¡Mujer tenía que ser! NO quiere ser una exposición solo nombres de mujeres notables que han sido capaces de colocar su nombre en los libros de historia, que ya es un mérito en sí mismo. No quiere ser un listado de individualidades sobresalientes, sino que pretende hacer una llamada de atención, a través de nombres propios, a una situación que incumbe a toda la sociedad: La todavía muy escasa presencia de mujeres en el ámbito de la investigación y su invisibilidad.
Quiere ser una exposición que apela a las dificultades y a los logros del colectivo de las mujeres que se ven abocadas hasta hoy mismo a destinos profesionales marcados y también a enfrentarse a estereotipos consolidados difíciles de desmontar. Eso sí visto desde el humor y una ironía suave.
La exposición quiere poner el énfasis en las dificultades no personales, sino sociales que tienen las mujeres para dedicarse a la investigación.
La exposición se sostiene en un discurso dividido en dos partes. Por un lado, se presentan los espacios que han sido tradicionalmente asignados a las mujeres: El hogar, el cuidado de los hijos y los ancianos y por extensión el cuidado de la salud en general y la enseñanza y cómo en estos contextos las mujeres han sentido la necesidad de inventar o investigar para conseguir mejorar la vida de los que le rodeaban y sus propias vidas.
Por otro lado, los estereotipos referidos a las mujeres que terminan configurando una visión del mundo que se impone por encima de toda racionalidad: las mujeres hablan mucho, no saben leer mapas, se ocupan de los detalles o les gustan las flores y desde estos lugares comunes se parte para presentar ejemplos que lo confirman pero desde la ironía que es una figura literaria que consiste en decir lo contrario de lo que se quiere dar a entender.
No es una exposición cronológica, se han escogido mujeres de todos los tiempos que han investigado, descubierto, inventado o patentado.
Esta exposición tiene una finalidad pedagógica como otras que hemos organizado con el espacio de cultura científica, busca que la visiten los niños y los jóvenes los que son dueños del futuro, los que tienen la posibilidad de cambiar lo que ahora sucede porque nada es irreversible. Solo depende de qué sociedades queramos construir, solo depende de donde pongamos la mirada y la intención.